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Viernes, 03 Agosto 2012 12:36

El grupo Gureak incorpora la realidad virtual en la prevención de riesgos de sus trabajadores

El sistema vircap simula el trabajo de jardinerí­a con maquinaria real. El aprendizaje se da en un entorno seguro y es efectivo en personas con discapacidad. Fuente: Prevencionar.com

Puede ser una desbrozadora, una cortacésped, una motosierra y así hasta una quincena de máquinas de jardinería. Se trata de empleados con distintos grados de discapacidad psíquica, mental, sensorial o física. Hombres y mujeres que entran a trabajar o quieren promocionar en la empresa de jardinería del grupo Gureak en la que actualmente están ocupadas más de 150 personas.

Para su formación efectiva y segura, el grupo Gureak ha incorporado un novedoso sistema de aprendizaje, llamado Vircap y que ha merecido el reconocimiento de Mutualia como ejemplo de aplicación de la I+D+i en la prevención de riesgos laborales. El sistema supera el lenguaje escrito y se adapta a la capacidad de cada operario, consiguiendo una respuesta positiva. Lo hace incorporando la realidad virtual para el aprendizaje práctico en la utilización de maquinaria de jardinería, cuyo manejo entraña cierto riesgo.

El problema surgía a la hora de formar a los trabajadores. “Muchos no saben leer, y con otros sistemas, no llegábamos al 100% de ellos pese a que habíamos utilizado métodos muy gráficos”, indica Carlos Regla, gerente de Goroldi. Si ya la formación teórica resultaba difícil de transmitir, la iniciación práctica con maquinaria real requería de la atención permanente de un encargado, que debía enseñar y supervisar la labor de cada empleado. Regla admite que en algunos casos podía costar “hasta meses, y a base de repetición”, conseguir que un trabajador se desenvolviese solo.

“Vircap es un sistema de formación sencillo para personas con discapacidad intelectual y enfermedad mental, y en un entorno seguro”, recalca Amaia Jaunarena, jefa de Calidad y Prevención del grupo Gureak. Ese entorno seguro es “una sala con ocho cámaras infrarrojas que capturan el movimiento de los sensores instalados en cada una de las máquinas y en el casco” que se le pone al propio operario y los traslada a la realidad virtual.

Se trata de un parque en el que surgen obstáculos y situaciones adversas, como latas de refresco abandonadas, conos que estorban, arquetas, árboles que no se deben dañar, lluvia que aparece y recomienda el cese del trabajo, personas que cruzan por donde no deben y entorpecen la labor, máquinas que se quedan sin combustible y se paran.

Las reacciones del operario son registradas y controladas por el sistema, que le sugerirá cómo actuar en caso de error o le transmitirá mensajes de refuerzo cuando responda adecuadamente. La labor de cada empleado en ese parque virtual quedará grabada en vídeo y cada uno seguirá su propio plan pedagógico personalizado en función de su progresión.

“La aceptación ha sido muy buena”. Carlos Regla admite que “al principio no sabíamos cómo iban a responder ante un sistema de realidad virtual, pero el resultado ha sido excelente. Es como un juego para ellos”, indica.